Su compañero es Tommy Frenck, un neonazi que se presenta a un puesto en el consejo local. «Esa es la casa de Tommy Frenck», nos informa en un inglés aceptable. Es evidente que las autoridades están informadas de la reunión. Le hemos dicho al director que, si no llamamos a la hora de la reunión para decirle que está todo bien, avise a la policía alemana.