La temporada 1995-96 se presentaba como un duro examen al técnico, ya que precisaba conseguir resultados inmediatos, y para ello se fichó a Luís Figo. Pero los resultados no llegaron, porque el Barça había perdido toda posibilidad matemática de ganar la Liga a falta de dos jornadas, y ya se encontraba eliminado de la Copa de la UEFA por el Bayern de Múnich en semifinales, como en la Copa del Rey, donde el Atlético de Madrid le ganó la final.